INFORME DE ECOLOGISTAS EN ACCION
El presente informe pretende dibujar una imagen amplia y fiel de la situación de la
calidad del aire en nuestro país durante el año 2007. Para ello se han recogido los datos
oficiales ofrecidos por catorce Comunidades Autónomas: Andalucía, Aragón, Asturias,
Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad de Madrid,
Euskadi, Extremadura, La Rioja, Navarra (Comunidad Foral), País Valenciano y Región
de Murcia. Faltan las Comunidades Autónomas de Galicia –que no proporcionó los
datos–,Canarias –que proporcionó datos muy insuficientes y parciales– y de las Islas
Baleares –datos no estaban disponibles durante la realización del informe–, así como las
ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Este informe abarca, pues, una extensión de territorio que incluye a una población de
más de 38 millones de personas, más del 85% de la población española y la práctica
totalidad de las ciudades grandes del Estado.
Principales resultados
Los resultados obtenidos después de procesar todos los datos, son los siguientes
F1F:
1- La población que como mínimo respira aire contaminado en el Estado español es
de más de 20 millones de personas, lo que representa un 54% de la población
analizada. Es decir, como mínimo uno de cada dos españoles respira aire
contaminado.
2- La población que como mínimo se encuentra afectada por las PM10 es
prácticamente la mitad (48%), mientras que la población que como mínimo se
ve afectada por el NO2 es de un 21%. Podemos afirmar que el PM10 es el
principal contaminante en el territorio español. El NO2 afecta específicamente en
las grandes áreas urbanas: Sevilla, Valencia, Zaragoza, Bilbao, Madrid y
Cáceres.
3- La población que como mínimo se ve afectada por los valores límites que marca
la legislación vigente es de un 44%. Correspondiendo el 10% restante a la
población que como mínimo se encuentra en niveles por encima de las
Directrices recomendadas por la OMS.
4- La población que se ve más afectada por el ozono es aquella que reside en
verano en localidades próximas a las grandes áreas urbanas, muchas de ellas
1
Como se ha explicado, el método de análisis empleado contabiliza sólo a la población que respira aire
contaminado con absoluta certeza. Las cifras ofrecidas se ajustan únicamente al cálculo de las personas
que viven en pueblos o ciudades donde se encuentran ubicadas las estaciones de medición que han
detectado superaciones de los límites legales y de los aconsejados por la OMS, para NO2 y PM10. Este
método garantiza la plena validez de los datos ofrecidos, pero sin embargo proporciona unos valores
inferiores a la realidad. Es por esto que se emplea la expresión “como mínimo” al referirse a los datos y
porcentajes de la población afectada.
CALIDAD DEL AIRE EN EL ESTADO ESPAÑOL
destino preferente de vacaciones para una parte considerable de la población.
Prácticamente todas las Comunidades Autónomas estudiadas presentan
superaciones de los valores de ozono, así como superaciones de los valores de
información y aviso de la población, en sus áreas rurales y suburbanas durante
los meses de verano.
Conclusiones
La situación que se describe en el presente Informe, a pesar de la fuerte repercusión para
la salud de las personas (el Ministerio de Medio Ambiente cifra en 16.000 el número de
muertes prematuras en el Estado español a causa de la contaminación del aire), no es
una situación ni nueva ni paradójica, todo lo contrario: se viene repitiendo de forma
sistemática en los últimos años.
Ecologistas en Acción ha venido denunciando de forma reiterada las superaciones de los
valores límite desde el año 2002, cuando entró en vigor la normativa actual, así como la
inactividad por parte de los Ayuntamientos y Comunidades Autónomas, para atajar este
gravísimo problema de salud pública.
Causas
La contaminación del aire es un problema que se ha venido incrementando desde el
último cuarto de siglo hasta alcanzar los alarmantes niveles que se registran en muchas
ciudades europeas y españolas. Al mismo ritmo que aumentaba la motorización, la
movilidad y la ocupación de la ciudad por los vehículos motorizados privados,
aumentaba la contaminación de las mismas.
Los principales responsables de la contaminación de las ciudades hace un cuarto de
siglo, las calderas de calefacción de las viviendas y algunas empresas y plantas
industriales, han pasado el testigo como principal foco contaminante al transporte
urbano y metropolitano. Actualmente la contaminación atmosférica que existe en las
ciudades procede mayoritariamente de los automóviles, que con su espectacular
incremento en número y en potencia han contrarrestado las mejoras tecnológicas en los
combustibles y en la eficiencia de los motores desarrolladas recientemente. Del mismo
modo, el incremento de automóviles diesel frente a los de gasolina ha contribuido
también al aumento de partículas y óxidos de nitrógeno, ya que los diesel emiten una
proporción notablemente mayor de estos contaminantes.
Como la cantidad de emisiones es proporcional a la energía consumida, el automóvil
privado –con un consumo más de cuatro veces superior al del autobús– es el principal
foco de emisión en áreas urbanas no industriales. Por su parte, los medios de transporte
electrificados, además de consumir menos energía por pasajero, no suelen provocar
emisiones contaminantes directamente sobre la ciudad, aunque hay excepciones en
ciudades que se ven afectadas por centrales térmicas próximas.
Además, la agresiva circulación urbana, con frecuentes aceleraciones y frenadas, se
corresponde con unas altas necesidades de combustible y mayores emisiones de
contaminantes; los atascos y la congestión viaria en general también originan un fuerte
incremento de las emisiones; y la escasa longitud de buena parte de los
desplazamientos, por debajo de los 3 km, no permite la entrada en funcionamiento de
los sistemas de reducción de emisiones de los automóviles (catalizadores).
De hecho, se calcula que el 80% de la contaminación que sufren la mayoría de las áreas
urbanas se debe al tráfico, y mayoritariamente al coche.
Lo que hay detrás de este incremento de la contaminación atmosférica son unas
políticas de transporte y urbanismo desastrosas, encaminadas a fomentar el uso del
vehículo privado, promoviendo la proliferación de infraestructuras viarias y una gran
ocupación del espacio público, todo ello en detrimento de un impulso real a los modelos
de transporte públicos. El resultado de estas políticas es que entre 1990 y 2003 el
CALIDAD DEL AIRE EN EL ESTADO ESPAÑOL, PÁG 18
crecimiento del transporte por carretera en España fue de un 91%, y el número de
kilómetros recorridos per cápita en el mismo periodo se incrementó un 78%.
Es necesario recordar que, además de la contaminación atmosférica, el coche es
responsable de otros impactos medioambientales como la emisión de gases invernadero
o el ruido.
Ecologistas en Acción considera que tampoco deben utilizarse los argumentos
climáticos para justificar la situación de nuestro país. La escasez de lluvias, o la
frecuencia de intrusiones de polvo sahariano son repetidas una y otra vez por los
responsables políticos. Pero si la realidad climática es ésta, con mayor razón serán las
medidas y las políticas las que tendrán que adaptarse a esa situación para preservar la
salud y el bienestar de la población.
Como se ha mencionado al comienzo del informe, la Directiva madre de calidad del aire
contempla la necesidad de elaborar Planes de Acción cuando se produzcan superaciones
de los valores límite establecidos. Este requisito está recogido en la normativa vigente.
Algunos de los valores límites establecidos eran ya de obligado cumplimiento en 2005,
como los relativos a partículas, que se incumplen de forma sistemática desde entonces.
Para el dióxido de nitrógeno o el ozono troposférico, los valores límite más los
márgenes de tolerancia de cada año son sólo el camino a seguir hasta que entre en vigor
el valor obligatorio, dentro de muy pocos años. Sin embargo, sí es obligatorio aprobar
planes y programas para conseguir reconducir las superaciones, al margen de que aún
no haya entrado en vigor el valor límite obligatorio.
Pero a fecha actual, la mayoría de las ciudades y regiones españolas continúan sin un
plan efectivo de reducción de la contaminación. Recientemente un tribunal alemán de
Stuttgart condenó al gobierno regional a elaborar un plan de reducción de la
contaminación por partículas. Asimismo la sentencia reconocía que el gobierno regional
debía haber tomado esta medida desde el primer momento en que los niveles registrados
indicaban que no iban a cumplirse las previsiones establecidas en las directivas
europeas. Las numerosas denuncias de Ecologistas en Acción en el Estado español no
han tenido, por desgracia, resultados similares.
También sucede que muchos de los Planes realizados hasta ahora parecen más una
simple justificación ante la exigencia legislativa y las demandas sociales al respecto, y
obvian cual es la verdadera finalidad de su exigencia: conseguir reducciones en los
índices de contaminación, lo que a menudo es sinónimo de reducciones en el tráfico de
automóviles.
Para ello, deben ser algo más que una mezcla incoherente de medidas poco relevantes.
Si los Planes quieren tener éxito deben analizar de forma objetiva cuales son las fuentes
de emisión, deben recoger medidas planificadas en el tiempo y con presupuesto para
realizarlas, y deben constar de indicadores que permitan analizar y realizar un
seguimiento del éxito de las medidas a medida que se vayan implantando.
Tal y como están las cosas será muy difícil que el Estado español cumpla con los
objetivos marcados para el año 2010, de carácter mucho más restrictivo que los
actuales.
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