miércoles, 9 de julio de 2008

CALIDAD DEL AIRE EN EL ESTADO ESPAÑOL




INFORME DE ECOLOGISTAS EN ACCION


El presente informe pretende dibujar una imagen amplia y fiel de la situación de la 

calidad del aire en nuestro país durante el año 2007. Para ello se han recogido los datos 

oficiales ofrecidos por catorce Comunidades Autónomas: Andalucía, Aragón, Asturias, 

Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad de Madrid, 

Euskadi, Extremadura, La Rioja, Navarra (Comunidad Foral), País Valenciano y Región 

de Murcia. Faltan las Comunidades Autónomas de Galicia –que no proporcionó los 

datos–,Canarias –que proporcionó datos muy insuficientes y parciales– y de las Islas 

Baleares –datos no estaban disponibles durante la realización del informe–, así como las 

ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. 

Este informe abarca, pues, una extensión de territorio que incluye a una población de 

más de 38 millones de personas, más del 85% de la población española y la práctica 

totalidad de las ciudades grandes del Estado. 


Principales resultados 

Los resultados obtenidos después de procesar todos los datos, son los siguientes 

F1F: 

1- La población que como mínimo respira aire contaminado en el Estado español es 

de más de 20 millones de personas, lo que representa un 54% de la población 

analizada. Es decir, como mínimo uno de cada dos españoles respira aire 

contaminado. 

2- La población que como mínimo se encuentra afectada por las PM10 es 

prácticamente la mitad (48%), mientras que la población que como mínimo se 

ve afectada por el NO2 es de un 21%. Podemos afirmar que el PM10 es el 

principal contaminante en el territorio español. El NO2 afecta específicamente en 

las grandes áreas urbanas: Sevilla, Valencia, Zaragoza, Bilbao, Madrid y 

Cáceres. 

3- La población que como mínimo se ve afectada por los valores límites que marca 

la legislación vigente es de un 44%. Correspondiendo el 10% restante a la 

población que como mínimo se encuentra en niveles por encima de las 

Directrices recomendadas por la OMS. 

4- La población que se ve más afectada por el ozono es aquella que reside en 

verano en localidades próximas a las grandes áreas urbanas, muchas de ellas 

1 

  Como se ha explicado, el método de análisis empleado contabiliza sólo a la población que respira aire 

contaminado con absoluta certeza. Las cifras ofrecidas se ajustan únicamente al cálculo de las personas 

que viven en pueblos o ciudades donde se encuentran ubicadas las estaciones de medición que han 

detectado superaciones de los límites legales y de los aconsejados por la OMS, para NO2 y PM10. Este 

método garantiza la plena validez de los datos ofrecidos, pero sin embargo proporciona unos valores 

inferiores a la realidad. Es por esto que se emplea la expresión “como mínimo” al referirse a los datos y 

porcentajes de la población afectada. 


CALIDAD DEL AIRE EN EL ESTADO ESPAÑOL

destino preferente de vacaciones para una parte considerable de la población. 

Prácticamente todas las Comunidades Autónomas estudiadas presentan 

superaciones de los valores de ozono, así como superaciones de los valores de 

información y aviso de la población, en sus áreas rurales y suburbanas durante 

los meses de verano. 


Conclusiones 

La situación que se describe en el presente Informe, a pesar de la fuerte repercusión para 

la salud de las personas (el Ministerio de Medio Ambiente cifra en 16.000 el número de 

muertes prematuras en el Estado español a causa de la contaminación del aire), no es 

una situación ni nueva ni paradójica, todo lo contrario: se viene repitiendo de forma 

sistemática en los últimos años.  

Ecologistas en Acción ha venido denunciando de forma reiterada las superaciones de los 

valores límite desde el año 2002, cuando entró en vigor la normativa actual, así como la 

inactividad por parte de los Ayuntamientos y Comunidades Autónomas, para atajar este 

gravísimo problema de salud pública.  

Causas 

La contaminación del aire es un problema que se ha venido incrementando desde el 

último cuarto de siglo hasta alcanzar los alarmantes niveles que se registran en muchas 

ciudades europeas y españolas. Al mismo ritmo que aumentaba la motorización, la 

movilidad y la ocupación de la ciudad por los vehículos motorizados privados, 

aumentaba la contaminación de las mismas.  

Los principales responsables de la contaminación de las ciudades hace un cuarto de 

siglo, las calderas de calefacción de las viviendas y algunas empresas y plantas 

industriales, han pasado el testigo como principal foco contaminante al transporte 

urbano y metropolitano. Actualmente la contaminación atmosférica que existe en las 

ciudades procede mayoritariamente de los automóviles, que con su espectacular 

incremento en número y en potencia han contrarrestado las mejoras tecnológicas en los 

combustibles y en la eficiencia de los motores desarrolladas recientemente. Del mismo 

modo, el incremento de automóviles diesel frente a los de gasolina ha contribuido 

también al aumento de partículas y óxidos de nitrógeno, ya que los diesel emiten una 

proporción notablemente mayor de estos contaminantes. 

Como la cantidad de emisiones es proporcional a la energía consumida, el automóvil 

privado –con un consumo más de cuatro veces superior al del autobús– es el principal 

foco de emisión en áreas urbanas no industriales. Por su parte, los medios de transporte 

electrificados, además de consumir menos energía por pasajero, no suelen provocar 

emisiones contaminantes directamente sobre la ciudad, aunque hay excepciones en 

ciudades que se ven afectadas por centrales térmicas próximas. 

Además, la agresiva circulación urbana, con frecuentes aceleraciones y frenadas, se 

corresponde con unas altas necesidades de combustible y mayores emisiones de 

contaminantes; los atascos y la congestión viaria en general también originan un fuerte 

incremento de las emisiones; y la escasa longitud de buena parte de los 

desplazamientos, por debajo de los 3 km, no permite la entrada en funcionamiento de 

los sistemas de reducción de emisiones de los automóviles (catalizadores). 

De hecho, se calcula que el 80% de la contaminación que sufren la mayoría de las áreas 

urbanas se debe al tráfico, y mayoritariamente al coche.  

Lo que hay detrás de este incremento de la contaminación atmosférica son unas 

políticas de transporte y urbanismo desastrosas, encaminadas a fomentar el uso del 

vehículo privado, promoviendo la proliferación de infraestructuras viarias y una gran 

ocupación del espacio público, todo ello en detrimento de un impulso real a los modelos 

de transporte públicos. El resultado de estas políticas es que entre 1990 y 2003 el 

CALIDAD DEL AIRE EN EL ESTADO ESPAÑOL, PÁG 18 

crecimiento del transporte por carretera en España fue de un 91%, y el número de 

kilómetros recorridos per cápita en el mismo periodo se incrementó un 78%.  

Es necesario recordar que, además de la contaminación atmosférica, el coche es 

responsable de otros impactos medioambientales como la emisión de gases invernadero 

o el ruido. 

Ecologistas en Acción considera que tampoco deben utilizarse los argumentos 

climáticos para justificar la situación de nuestro país. La escasez de lluvias, o la 

frecuencia de intrusiones de polvo sahariano son repetidas una y otra vez por los 

responsables políticos. Pero si la realidad climática es ésta, con mayor razón serán las 

medidas y las políticas las que tendrán que adaptarse a esa situación para preservar la 

salud y el bienestar de la población. 

Como se ha mencionado al comienzo del informe, la Directiva madre de calidad del aire 

contempla la necesidad de elaborar Planes de Acción cuando se produzcan superaciones 

de los valores límite establecidos. Este requisito está recogido en la normativa vigente. 

Algunos de los valores límites establecidos eran ya de obligado cumplimiento en 2005, 

como los relativos a partículas, que se incumplen de forma sistemática desde entonces. 

Para el dióxido de nitrógeno o el ozono troposférico, los valores límite más los 

márgenes de tolerancia de cada año son sólo el camino a seguir hasta que entre en vigor 

el valor obligatorio, dentro de muy pocos años. Sin embargo, sí es obligatorio aprobar 

planes y programas para conseguir reconducir las superaciones, al margen de que aún 

no haya entrado en vigor el valor límite obligatorio.  

Pero a fecha actual, la mayoría de las ciudades y regiones españolas continúan sin un 

plan efectivo de reducción de la contaminación. Recientemente un tribunal alemán de 

Stuttgart condenó al gobierno regional a elaborar un plan de reducción de la 

contaminación por partículas. Asimismo la sentencia reconocía que el gobierno regional 

debía haber tomado esta medida desde el primer momento en que los niveles registrados 

indicaban que no iban a cumplirse las previsiones establecidas en las directivas 

europeas. Las numerosas denuncias de Ecologistas en Acción en el Estado español no 

han tenido, por desgracia, resultados similares. 

También sucede que muchos de los Planes realizados hasta ahora parecen más una 

simple justificación ante la exigencia legislativa y las demandas sociales al respecto, y 

obvian cual es la verdadera finalidad de su exigencia: conseguir reducciones en los 

índices de contaminación, lo que a menudo es sinónimo de reducciones en el tráfico de 

automóviles. 

Para ello, deben ser algo más que una mezcla incoherente de medidas poco relevantes. 

Si los Planes quieren tener éxito deben analizar de forma objetiva cuales son las fuentes 

de emisión, deben recoger medidas planificadas en el tiempo y con presupuesto para 

realizarlas, y deben constar de indicadores que permitan analizar y realizar un 

seguimiento del éxito de las medidas a medida que se vayan implantando. 

Tal y como están las cosas será muy difícil que el Estado español cumpla con los 

objetivos marcados para el año 2010, de carácter mucho más restrictivo que los 

actuales.


INFORME COMPLETO.

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