jueves, 31 de julio de 2008

RESOLUCION DEL COMITE CENTRAL DE LOS CJC SOBRE LA CRISIS ECONOMICA

En los últimos meses, especialmente tras la llamada ''crisis de las
hipotecas subprime'' acaecida en los EE.UU. y su posterior importación
a las economías europeas, la cuestión de la crisis económica ha
cobrado una gran relevancia mediática. Diversos eufemismos se han
utilizado hasta el momento para tratar de velar y ocultar la fase
recesiva por la cual atraviesa la economía mundial en la actualidad,
fase recesiva que tendrá su culminación en el estallido de una crisis
económica global y absoluta en todos los ámbitos de la economía
mundial.


En el caso concreto de España, la cínica propaganda de la
socialdemocracia liberal ha quedado ya al descubierto. Con términos
tales como ''deceleración'',''periodo de dificultades
económicas'' o
''fase de descenso acusado'', el gobierno del PSOE ha tratado
de

parapetar y falsear el carácter inmediato de la crisis económica, de
nuevo tratando de cargarla sobre la ya quebrada espalda de la clase
trabajadora, y con mayor peso sobre sus sectores más desprotegidos,
como la juventud, tanto trabajadora como estudiante, los inmigrantes y
las mujeres.

Y mayor será la carga si los trabajadores y los sectores populares no
son capaces de articular una respuesta fuerte a la ofensiva del
capital, que intenta arrebatarle derechos conseguidos con sangre,
sudor y lágrimas, con la lucha obrera, como la jornada laboral de 40
horas.

Se proponen retraer la situación laboral de los trabajadores a la de
hace más de un siglo. La promulgación de la jornada laboral de 65
horas, los llamamientos a la flexibilidad del mercado de trabajo, el
recorte de gasto en política social, la directiva sobre inmigración
para crear campos de concentración, el aumento del paro (que ha subido
a cotas de hace 20 años) , la congelación de los salarios y la
inflación desorbitada de los bienes mas necesarios, es decir, la
depauperación absoluta de las condiciones de la clase, se conjugan con
las enormes sumas de dinero regaladas por el gobierno a los grandes
constructores e inmobiliarias que especulan con el suelo, con los
millonarios beneficios de la banca acumulados mediante las hipotecas y
préstamos basura, y con el enriquecimiento de los grandes empresarios
que cada vez más someten a una mayor explotación a los trabajadores.

La juventud es una de las más afectadas en esta situación, si antes
era difícil acceder a una vivienda, ahora se hace imposible. La
inestabilidad laboral, la precariedad, los bajos salarios y el grado
de sometimiento en los puestos de trabajo a las condiciones impuestas
son factores que dificultan la movilización, pero la organización y
estructuración de la lucha en los centros de trabajo y estudio son
imprescindibles para avanzar en los derechos de la clase obrera.

Es necesario el fortalecimiento de las posiciones de los trabajadores
y los sectores populares contra la ofensiva del capital, si no, el
retroceso será a cotas de inédita miseria. Hoy más que nunca, se torna
imprescindible la unidad popular con el objetivo de luchar por sus
intereses más inmediatos. La movilización de la clase trabajadora y
los estudiantes y elevar su conciencia de clase serán claves para
frenar las nuevas medidas laborales y conseguir que la crisis la
paguen los ricos.
La crisis capitalista que la paguen los ricos


-- 
Unir a la juventud, organizar la revolución
www.cjc.es

 

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